Los alfajores son un ícono nacional, la golosina por excelencia de los amantes de lo dulce y el regalo perfecto cuando visitamos amigos o familiares en el exterior. Pero, ¿cuál es el verdadero origen de este clásico de la gastronomía argentina?

Se cree que su origen se remonta al siglo XII, en España, aunque los andaluces lo heredaron de los árabes, que habitaron esas tierras durante 700 años. De hecho, su nombre deriva del término árabe “Al- hasú”, que significa “el relleno”. Con el tiempo, la palabra se fue deformando y pasando de “alaxur” a “alfaxor”, hasta transformarse en “alfajor” cuando llegó a América, en el siglo XV.

En nuestras tierras, este manjar encontró su compañero y relleno ideal. El resto es historia: 2 capas de galletitas crocantes por fuera pero tiernas por dentro, una buena cantidad del mejor dulce de leche y un delicioso baño de chocolate. Todo lo que un alfajor Turimar necesita para ganarse nuestros corazones.