Sergio Pérez escuchó el crack en su brazo derecho y supo que se le venía la noche. Y no cualquier noche: LA NOCHE. ¡La noche de su boda!
Cuando su prometida lo vio llegar con el brazo completamente enyesado no lo podía creer. Pero Sergio le aseguró que no sería un problema. Como pudo, adaptó su smoking para acomodar el enorme yeso y hasta le pidió a sus seres queridos que lo firmaran durante la fiesta.
Cuando al otro día se puso a leer los mensajes en su brazo, hubo uno que lo hizo sonreír de oreja a oreja. Era de su flamante esposa y decía: “Felicitaciones por nuestras Bodas de Yeso, ahora vamos por las de Oro.”
Desde Turimar, felicitamos a Sergio por su boda y esperamos que en su matrimonio nunca falte la dulzura.